Entre cambios de tratamientos y un poco sobre mi.

Muy buen día tengas todos ustedes, hoy les hablare un poco sobre lo acontecido en mi estado de salud en este último año que tengo sin escribirles.

Cambie de médico internista por lo cual cambiaron mis tratamientos para la fibromialgia, misma que seguimos sin confirmarla clínicamente aún y cuando al parecer tengo todos los síntomas.

Como ya les había comentado con anterioridad pase por Gabapentina, Pregabalina y demás medicamentos que de tantos que eran ya se me olvidaron. Estos últimos meses estoy con tramadol/Paracetamol y con el clonazepam y alprazolan.
La Psiquiatra me receto de nuevo la Pregabalina para así regular mi ciclo de sueño y debo confesar que por un mes así fue, lamentablemente llegaron los efectos colaterales con ella y pues tuve que dejarla.

Mi Psicólogo me dice que no tengo trastorno bipolar así que deje tanto medicamento que estaba tomando y estoy por solicitar una revaloración con mi psiquiatra para dicha enfermedad, pues tanto medicamento está atrofiando mi estómago.

Es cierto que los días son pesados y para las 6 de la tarde ya casi estoy sin energía, por las mañanas si me despierto rígida pero mi esposo me da un masaje en la espalda y con eso puedo levantarme, ya nada más es cuestión de que el cuerpo agarre calorcito y puedo continuar el resto del día. No lo niego hay ocasiones en que el cansancio es demasiado y termino por ir a dormir una siesta que me ayuda a continuar con el día cuando ya no puedo.

Gracias por leerme y seguir a mi lado. Un abrazo.

¿Buscando Aceptación o Inseguridad?

Bueno pues continuando con las terapias hoy hubo un nuevo descubrimiento, siempre tengo la mala costumbre de preguntarle a mi doctora y también a otras personas ¿Voy bien o esta bien?. Así que de aquí parte el tema de hoy.

De donde se originan estas constantes preguntas. Remontémonos a cuando era niña, crecí en casa de mi abuela materna, pero para ella nunca estaba bien lo que hacia y a todo le encontraba un pero, sin mencionar que para ella las mujeres no tienen mucho valor. Así que conforme fui creciendo casi por todo lo que hacia o decía preguntaba si estaba bien.

La verdad nunca me puse a pensar si buscaba aceptación o era inseguridad de mi parte, solo se fue convirtiendo en costumbre el realizar estas preguntas.

Así que analizando detenidamente me doy cuenta de que al preguntar ¿Esta bien? O ¿Voy bien? No solamente estaba insegura de lo que realizaba, también buscaba que me aceptaran. En muchas ocasiones tenía conciencia de haber realizado correctamente las cosas pero impulsivamente salía de mi boca realizar las preguntas anteriormente mencionadas.

Dentro de mi aún y cuando vivía rodeada de tíos, tías, primos, madre, hermana y mi abuela, seguía sintiéndome abandonada y sola. Buscando la aceptación de las personas de una u otra manera.

Se que mi abuela no sabe y ni se imagina el daño que causo, así que ahora me toca trabajar a mi sobre esos puntos.

La inseguridad a final de cuentas es una emoción,  aun y cuando me cueste admitirlo va ligada a mi fibromialgia. Misma que se desencadena más por mis emociones que por lo que traiga de genética por parte de mi mamá.

Para vencer a la fibromialgia o por lo menos controlarla debemos atacarla donde ella nos ataca, hacer de nuestras debilidades nuestras fortalezas y así poco a poco mejoraremos.

No permitamos que nadie nos invalide, comencemos a confiar más en nosotros mismos, cuando ese yo interior nos diga que las cosas están bien, hagamos en lo posible hacernos caso. Permitámonos ser nosotros mismos, aceptarnos, amarnos y evitar en lo posible esa inseguridad.

Muchas gracias por leerme, recuerden compartan, critiquen, comenten pero no lo ignoren.

Viernes de Sticker

Hoy comparto con ustedes este lindo pensamiento. El autor me dió su permiso para publicarlo. Y es su manera de ayudarme y damen animos para enfrentar la fibromialgia.

Gracias hijo.

Recuerden pueden compartirlo o usarlo como gusten.  Muchas Gracias por leerme.

 

El amor en tiempos de Fibromialgia

Hola mis amables lectores, hoy quiero hablarles del amor y como florece o se marchita cual ramo de flores cuando tenemos fibromialgia.

A lo largo de nuestra vida hemos recibido amor de nuestros familiares, pareja o amigos.

Podríamos decir que teníamos una vida con sus altibajos pero feliz, contábamos con todos ellos en  algún momento determinado. Ya fuera para reunirnos  a festejar algo, tomar solo un café para contarnos las penas y alegrías o solidarizarnos  cuando alguien enfermaba.

Y de pronto todo cambio, comenzamos a sentirnos cansados, deprimidos y con dolores sin motivo aparente; a las reuniones o fiestas ya no podíamos asistir, se acabaron los cafés y tampoco podíamos ayudar a cuidar enfermos.

Los comentarios que recibíamos eran muy hirientes y en ocasiones aun lo siguen siendo, al decirnos frases como estas: “Tienes flojera por eso no haces las cosas”, “Crees que durmiendo todo el día vas a solucionar algo”, “No pongas excusas tontas, Mejor dime que no quieres verme en lugar de buscar alguna excusa”, “No se te hace que ya fue mucho tiempo deprimida (o)” , “Sal a distraerte sólo te la pasas encerrada”, “Para todo tienes un pretexto la cosa es no hacer nada”. En fin como estos habrá algunos más que hemos recibido.

Si hubo alguien que se preocupo y nos pregunto que nos estaba pasando, en realidad ni nosotros mismos lo sabíamos. Lo único de lo que podíamos darnos cuenta es que con mayor frecuencia los síntomas aumentaban. Los médicos tampoco sabían  a ciencia cierta cual era nuestro padecimiento, así que, constantemente nos cambiaban el medicamento ya fuera para el dolor, la depresión o el insomnio.

Algún médico tal vez te diagnosticó Trastorno Bipolar, Depresión Mayor, Dolor Muscular o Artritis,  Exceso de Stress y si ya estas viuda (o) o no contabas con pareja se atrevían a decir que era por la falta del mismo. En fin ningún médico lograba ponerse de acuerdo en el diagnostico, mientras los síntomas siguieron su curso y creciendo.

En este largo trayecto perdimos el amor de algunos de nuestros familiares, amigos y tal vez hasta nuestra pareja.

Cuando por fin dieron con el diagnóstico correcto  tratando de aminorar los roces y mal entendidos con los familiares y amigos que perdimos, les informamos que todos nuestros padecimientos ya tenían nombre se llama Fibromialgia. Algunos lograron entendernos, otros nos ignoraron por completo y tal vez hubo quien hasta el habla nos retiro.

Es cuando nuestro estado de animo se torna confuso, agresivo, desilusionante y pensamos “La fibromialgia no solo me quito mi vida, también se llevo con ella amigos y familiares”. Con esto llegan las depresiones y los dolores que en ocasiones hasta nos hacen gritar.

Pero no todo esta perdido, quien nos ama verdaderamente estará siempre a nuestro lado, con fibromialgia o sin ella, nos entenderá y extenderá su mano para apoyarnos ya sea en persona o a la distancia con palabras reconfortantes.

Debemos recordar que tenemos lo más importante NOSOTROS. Hagamos que el amor por nosotros mismos sea tan grande como nuestros dolores y padecimientos.

A las personas que se alejaron de nosotros démosles las gracias pues de alguna u otra forma compartimos tiempos felices, así que, recordemos solo esos bellos momentos. También debemos agradecer a los que aún siguen a nuestro lado ya que su amor hacía nosotros ha sido incondicional tanto  en los buenos y malos momentos han estado ahí para sujetar nuestra mano.

Gracias a mis familiares y amigos a los que se fueron y a los que vendrán muy especialmente a  mi Madre pues juntas luchamos día con día por no rendirnos ante esta enfermedad, a Mi Oppa (mi hijo) que junto con nosotras trata de soportar las envestidas que nos da la fibromialgia, a mi novio por que siempre está a mi lado tomando mi mano y luchando hombro con hombro a mi lado. Al Dr. Alfredo Mendoza que aún que lejos siempre resuelve mis dudas sobre los medicamentos y se ha convertido en un gran amigo. También a mi mejor amigo Jorge que desde siempre ha confiado en mi y tiene las palabras correctas para levantarme el animo y no dejarme vencer y por último a Luis Gerardo (QPD) quién aún me inspira a seguir la lucha, pero él es otra historia que muy pronto les contaré.

Gracias a todos los que me apoyan leyendo, comentando, criticando y compartiendo mis pensamientos, esta es mi forma de enfrentar la fibromialgia.

¿Y tu como la enfrentas? Cuéntame quiero escucharte.

Que tengan un buen día.

El Perdón

Hola hoy quiero hablarles del perdón, desde mi humilde punto de vista. Se preguntaran por que del perdón en temas relacionados con Fibromialgia, es muy simple. Dado que los dolores de Fibromialgia se acentuan a causa de las emociones El perdón es una parte fundamental en personas como nosotros.

Cuando las personas nos hieren ya sea con hechos, palabras o acciones mucho depende la gravedad de lo ocurrido para decidir si perdonamos o no, en otras ocasiones por no hacer el lio más grande decimos te perdono, pero realmente estamos perdonando o solo estamos diciendo la palabra que la otra persona quiere escuchar.

Como ser humano he herido, y me han herido en muchas ocasiones y me he sentido mal por ello. Mucho tiempo de mi vida dije te perdono cuando en realidad no tuve la menor intención de hacerlo, ¿ Por que yo tenía que perdonar?. Era la pregunta que me hacía cada que recibia una ofensa o una herida. Al contrario buscaba la manera de cobrarme lo que me hicieron, queria que sintieran el mismo dolor que yo; eso sí les decía te perdono, pero adonde me llevaba este dolor y rencor que sentia por dentro, no sólo me estaba dañando yo y era la eterna lucha de lo que era correcto y no lo era.

Cuando nos dañan guardamos dentro de nosotros un resentimiento hacia la otra personay hay que recordar que el odio y el resentimiento causan Cáncer (de acuerdo a las teorías de medicina alternativa) , así que hay que tener cuidado con lo que sentimos por los demás.

Es muy cierto que en la mayoría de las ocacionesno merecemos el daño que nos hacen pero reflexionemos, la vida es un bumerang que nos devuelve tarde o temprano las buenas o las malas acciones, así que, tal vez de la persona que nos hizo el daño en ese momento no merezcamos lo que nos está haciendo pero podría ser un reflejo de algo que anteriormente nosotros hicimos a otra persona.

He escuchado muchas veces esta frase «PERDONAR NO ES OLVIDAR» y es muy cierto. Hay heridas enormes que nos dejan marcada el alma y que jamás se podrán olvidar pero sí podemos aprender de ellas para así ser mejores.

El perdón viene primero de uno mismo, perdónate lo que tú te haz dañado, perdónate lo que tú te haz herido, perdónate por las veces que quisiste hacer y no hiciste. En fin, cada uno sabe lo que tiene que perdonar y es partiendo de este punto, cuando hayamos logrado nuestro perdón que podremos perdonar a los demás, no de palabra si no de conciencia y corazón.

¿Por que les digo de conciencia y corazón?

Hay situaciones difíciles de perdonar y nosotros constantemente estamos en nuestra mente repasando lo que nos hicieron y es ahí donde comienza la desesperación, la duda por conocer hasta el más intimo detalle. El dolor de recordar lo que nos hicieron y las lagrimas que en ocasiones dejamos salir y amortiguan un poco el dolor (al menos hasta que volvemos a recordar lo sucedido). Lo malo es cuando las retenemos. El dolor se hace cada vez más grande, nos duele la cabeza, sube la presión, hay dolores musculares e insomnios, depresión y un sin fin de reacciones en cadena que nootros mismos nos provocamos, por que seamos sinceros los seres humanos, somos curiosos y masoquistas. Por alguna extraña razón nos preocupamos más por lo malo que nos han hecho que por lo poco o mucho de bueno que hemos recibido.

Esto es lo que yo tomo en cuenta a la hora de perdonar:

1.- El daño ya esta hecho (pido un poco de tiempo para pensar tranquilamente que es lo que tengo que hacer).

2.- Si convivo diariamente con la persona que me ha dañado pongo en una balanza las acciones buenas y las malas de ella hacía mí (esto ayuda para valorar la situación):

3.- Si veo que soy capaz de olvidar ( en el sentido de no estar como cuchillito de palo reviviendo en mi mente el daño. Por que es ahí cuando hacemos el intento por que la persona también sufra) lo que me ha hecho, hablo con la persona y le digo con sinceridad que le perdono pero que el daño recibido es muy grande y no puedo continuar en convivencia con ella.

4.- Si además de perdonarle de corazón y conciencia estoy dispuesta a seguir a su lado me hago el firme propósito de no recordar el daño y cuando el recuerdo quiere llegar a mi mente inmediatamente pienso en los momentos agradables y las cosas buenas que he vivido a su lado, eso reconforta y te quita la ansiedad.

5.- Encontraremos en nuestro camino personas que nos dañaran de tal manera, que hasta yo reconozco que el hecho de escuchar su nombre hace sentir coraje.

Con este tipo de personas lo mejor es alejarse, tal vez nunca escuchen de tu boca el TE PERDONO, pero procura en lo mayor posible perdonarle de lo contrario traeras una carga muy pesada contigo que terminará por dañarte.

Quiero compartir con ustedes esta historia, fué la que me hizo comprender mucho de lo que aquí les he escrito.

Video: Los clavos en la puerta

Por último muchisimas gracias por leerme y recuerden Perdonar de corazón y de conciencia nos hace grandes y a nosotros los fibromialgicos nos evita o disminuye los dolores, así que anímo que la vida sigue y nosotros en la lucha diaria con ella.