¿Buscando Aceptación o Inseguridad?

Bueno pues continuando con las terapias hoy hubo un nuevo descubrimiento, siempre tengo la mala costumbre de preguntarle a mi doctora y también a otras personas ¿Voy bien o esta bien?. Así que de aquí parte el tema de hoy.

De donde se originan estas constantes preguntas. Remontémonos a cuando era niña, crecí en casa de mi abuela materna, pero para ella nunca estaba bien lo que hacia y a todo le encontraba un pero, sin mencionar que para ella las mujeres no tienen mucho valor. Así que conforme fui creciendo casi por todo lo que hacia o decía preguntaba si estaba bien.

La verdad nunca me puse a pensar si buscaba aceptación o era inseguridad de mi parte, solo se fue convirtiendo en costumbre el realizar estas preguntas.

Así que analizando detenidamente me doy cuenta de que al preguntar ¿Esta bien? O ¿Voy bien? No solamente estaba insegura de lo que realizaba, también buscaba que me aceptaran. En muchas ocasiones tenía conciencia de haber realizado correctamente las cosas pero impulsivamente salía de mi boca realizar las preguntas anteriormente mencionadas.

Dentro de mi aún y cuando vivía rodeada de tíos, tías, primos, madre, hermana y mi abuela, seguía sintiéndome abandonada y sola. Buscando la aceptación de las personas de una u otra manera.

Se que mi abuela no sabe y ni se imagina el daño que causo, así que ahora me toca trabajar a mi sobre esos puntos.

La inseguridad a final de cuentas es una emoción,  aun y cuando me cueste admitirlo va ligada a mi fibromialgia. Misma que se desencadena más por mis emociones que por lo que traiga de genética por parte de mi mamá.

Para vencer a la fibromialgia o por lo menos controlarla debemos atacarla donde ella nos ataca, hacer de nuestras debilidades nuestras fortalezas y así poco a poco mejoraremos.

No permitamos que nadie nos invalide, comencemos a confiar más en nosotros mismos, cuando ese yo interior nos diga que las cosas están bien, hagamos en lo posible hacernos caso. Permitámonos ser nosotros mismos, aceptarnos, amarnos y evitar en lo posible esa inseguridad.

Muchas gracias por leerme, recuerden compartan, critiquen, comenten pero no lo ignoren.

El miedo y la Fibromialgia

Hola a mis lectores hoy les hablare de la relación que encontré entre en miedo y la fibromialgia. Dado que el miedo es  una emoción y las emociones juegan un papel importante en esta enfermedad he descubierto como es que el miedo, ha influido por lo menos en mi persona y como me ha afectado.

Comienzo por compartirles que estoy feliz, por fin encontré una Psicóloga que en muy poco tiempo esta logrando deshebrar la maraña de hilo que traigo, claro todo es por partes y habrá cuestiones que llevaran tiempo, pero hoy ,encontramos un factor importantísimo y este es el miedo.

Se preguntaran miedo a que. Pues bien cuando yo era niña sufrí del abandono de mi padre. Como les he comentado en artículos anteriores mi costumbre ante el dolor era bloquear sea cual sea el tipo de dolor o lo que lo causaba yo lo bloqueaba y no lo dejaba fluir. Este inmenso dolor de perdida y abandono me hizo crecer con el miedo de que todo lo que yo amara me abandonaría tarde o temprano.

Mi familia, mis amigos, mis novios en todos y cada uno de ellos inconscientemente veía y tenía el miedo de perderlos, algunos efectivamente los perdí y con otros me aleje antes de sufrir el dolor de que me dijeran adiós.

Ese miedo fue afectando mi relación con las personas que me rodeaban y ahora se que no solo con las personas, también conmigo misma ya que nunca pude expresar ese miedo que sentía y que me negaba a aceptar.

Ahora se que mi fibromialgia también fue consecuencia del miedo y de bloquear ese sentimiento que en su momento no pude afrontar y que cuando tuve la oportunidad me negué a aceptar.

El miedo puede llegar a convertirse en un ataque de pánico, mi otro miedo era tener fibromialgia ya que mi mama la padece y he visto los estragos que ha causado en ella. Si ese miedo estaba también ahí latente esperando callado. Cuando me dan el diagnostico de fibromialgia pase del miedo al ataque de pánico e inmediatamente me quede en cama paralizada toda una noche y con el miedo de no poderme mover y dejar mi vida por completo atrás.

Me arme de fuerzas y decidí enfrentar esta guerra con valor y con dolor pues mi meta es saber que ha pasado en mi vida para que yo padezca fibromialgia.

Les comparto que llevo semana y media de un lado para otro, si he tenido dolores no se los voy a negar pero los ignoro. He descubierto que entre menos caso le haga al dolor menos se aferra este a invadir mi cuerpo, claro cuando llego al punto de descansar lo hago y me levanto de nuevo a seguir con mis actividades.

Tal vez no se cure la fibromialgia pero así como ella encontró mis puntos débiles yo encontrare los de ella, será una buena batalla y este reto estoy dispuesta a vencerlo.

Gracias por leerme, recuerden compartan, critiquen pero no lo ignoren.

Mi carcel y mi carcelero

Un buen día llegaste a mi vida, tus visitas eran esporádicas casi no me percataba de tu presencia; de pronto te presentabas con más frecuencia , comenzaste a limitarme en ciertas cosas, aún sin mi consentimiento, más yo no te tomaba en cuenta, solo te ignoraba. Después me alejaste de mis amigos y solo pensé esto es pasajero no volverá a suceder, hasta que un buen día te mudaste por completo conmigo.

Me prohíbes salir, incluso disfrutar de un día soleado, me alejaste por completo de mis amistades pues ya no creían que volvería a reunirme con ellos, la mayoría de mi familia ya no me frecuenta gracias a ti.

Haz llegado a limitar mi vida a tal grado que tengo que depender de ti para comer, dormir, bañarme o siquiera salir de la cama.

Te haz convertido en mi cárcel y mi carcelero.

Ya me canse, se que no puedo deshacerme de ti pues estarás a mi lado hasta que muera. Pero si puedo comenzar por ponerte un alto a todas tus limitaciones, a reconstruir mi vida entre los escombros que tu dejaste y preservar lo que aún tengo a mi lado, pero sobre todo preservarme a mi.

Te recuerdo que yo tenia una vida antes de que tu interfirieras en la mía, así que aún y cuando te aferres a tenerme encadenada, yo seguiré adelante.

No es fácil la convivencia contigo, pero tengo que agradecerte por que gracias a todo lo que destruiste, ahora soy más fuerte y tengo más ganas de vivir y salir adelante.

Así que, prepárate Fibromialgia por que podrás ganarme algunas batallas, más yo no me doy por vencida en esta guerra.

En recuerdo y agradecimiento a Luis Gerardo (QPD) por que con el aprendí a levantarme cuando caigo.

Espero les guste este artículo, recuerden léanlo, compártanlo, coméntenlo, critíquenlo, pero por favor no lo ignoren.  Gracias

El amor en tiempos de Fibromialgia

Hola mis amables lectores, hoy quiero hablarles del amor y como florece o se marchita cual ramo de flores cuando tenemos fibromialgia.

A lo largo de nuestra vida hemos recibido amor de nuestros familiares, pareja o amigos.

Podríamos decir que teníamos una vida con sus altibajos pero feliz, contábamos con todos ellos en  algún momento determinado. Ya fuera para reunirnos  a festejar algo, tomar solo un café para contarnos las penas y alegrías o solidarizarnos  cuando alguien enfermaba.

Y de pronto todo cambio, comenzamos a sentirnos cansados, deprimidos y con dolores sin motivo aparente; a las reuniones o fiestas ya no podíamos asistir, se acabaron los cafés y tampoco podíamos ayudar a cuidar enfermos.

Los comentarios que recibíamos eran muy hirientes y en ocasiones aun lo siguen siendo, al decirnos frases como estas: “Tienes flojera por eso no haces las cosas”, “Crees que durmiendo todo el día vas a solucionar algo”, “No pongas excusas tontas, Mejor dime que no quieres verme en lugar de buscar alguna excusa”, “No se te hace que ya fue mucho tiempo deprimida (o)” , “Sal a distraerte sólo te la pasas encerrada”, “Para todo tienes un pretexto la cosa es no hacer nada”. En fin como estos habrá algunos más que hemos recibido.

Si hubo alguien que se preocupo y nos pregunto que nos estaba pasando, en realidad ni nosotros mismos lo sabíamos. Lo único de lo que podíamos darnos cuenta es que con mayor frecuencia los síntomas aumentaban. Los médicos tampoco sabían  a ciencia cierta cual era nuestro padecimiento, así que, constantemente nos cambiaban el medicamento ya fuera para el dolor, la depresión o el insomnio.

Algún médico tal vez te diagnosticó Trastorno Bipolar, Depresión Mayor, Dolor Muscular o Artritis,  Exceso de Stress y si ya estas viuda (o) o no contabas con pareja se atrevían a decir que era por la falta del mismo. En fin ningún médico lograba ponerse de acuerdo en el diagnostico, mientras los síntomas siguieron su curso y creciendo.

En este largo trayecto perdimos el amor de algunos de nuestros familiares, amigos y tal vez hasta nuestra pareja.

Cuando por fin dieron con el diagnóstico correcto  tratando de aminorar los roces y mal entendidos con los familiares y amigos que perdimos, les informamos que todos nuestros padecimientos ya tenían nombre se llama Fibromialgia. Algunos lograron entendernos, otros nos ignoraron por completo y tal vez hubo quien hasta el habla nos retiro.

Es cuando nuestro estado de animo se torna confuso, agresivo, desilusionante y pensamos “La fibromialgia no solo me quito mi vida, también se llevo con ella amigos y familiares”. Con esto llegan las depresiones y los dolores que en ocasiones hasta nos hacen gritar.

Pero no todo esta perdido, quien nos ama verdaderamente estará siempre a nuestro lado, con fibromialgia o sin ella, nos entenderá y extenderá su mano para apoyarnos ya sea en persona o a la distancia con palabras reconfortantes.

Debemos recordar que tenemos lo más importante NOSOTROS. Hagamos que el amor por nosotros mismos sea tan grande como nuestros dolores y padecimientos.

A las personas que se alejaron de nosotros démosles las gracias pues de alguna u otra forma compartimos tiempos felices, así que, recordemos solo esos bellos momentos. También debemos agradecer a los que aún siguen a nuestro lado ya que su amor hacía nosotros ha sido incondicional tanto  en los buenos y malos momentos han estado ahí para sujetar nuestra mano.

Gracias a mis familiares y amigos a los que se fueron y a los que vendrán muy especialmente a  mi Madre pues juntas luchamos día con día por no rendirnos ante esta enfermedad, a Mi Oppa (mi hijo) que junto con nosotras trata de soportar las envestidas que nos da la fibromialgia, a mi novio por que siempre está a mi lado tomando mi mano y luchando hombro con hombro a mi lado. Al Dr. Alfredo Mendoza que aún que lejos siempre resuelve mis dudas sobre los medicamentos y se ha convertido en un gran amigo. También a mi mejor amigo Jorge que desde siempre ha confiado en mi y tiene las palabras correctas para levantarme el animo y no dejarme vencer y por último a Luis Gerardo (QPD) quién aún me inspira a seguir la lucha, pero él es otra historia que muy pronto les contaré.

Gracias a todos los que me apoyan leyendo, comentando, criticando y compartiendo mis pensamientos, esta es mi forma de enfrentar la fibromialgia.

¿Y tu como la enfrentas? Cuéntame quiero escucharte.

Que tengan un buen día.